21.6.10

La pulsera amuleto, denunciada por fraude

Equilibrio, fuerza y estabilidad. Éstas son algunas de las propiedades que dicen que otorga la pulsera de moda que lucen en su muñeca deportistas, políticos, famosos y gente anónima. La infanta Elena, el actor Antonio Banderas, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; la nadadora olímpica Gemma Mengual y el futbolista Cristiano Ronaldo son algunos de los personajes públicos que la utilizan. Todos propagan a los cuatro vientos sus mágicas cualidades. Unos afirman que mitiga el dolor, la fatiga o el estrés; otros, que aumenta el equilibrio y la coordinación, la resistencia o la flexibilidad. Incluso son muchas las voces que apuntan que desde que la usan duermen como un lirón. En el lado opuesto de los defensores a ultranza de la pulsera se sitúan los que la califican de un placebo, un amuleto o incluso un fraude. Pero ¿qué tiene de especial esta pulsera Power Balance?
Según la empresa que la comercializa, posee un holograma en el que ha sido almacenada una frecuencia procedente de materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para el organismo. Aseguran que dicho producto "es una frecuencia en sí que restaura el equilibrio electromagnético del cuerpo aislando a cada célula viva de los factores externos que le impiden funcionar al 100 por ciento de sus capacidades".
Verdad o mentira; amuleto, autosugestión o efecto placebo, a los usuarios les convence. Aunque reconocen haber desconfiado en principio de sus ponderadas excelencias, aseguran sentirse mejor y, por tanto, continúan utilizándola "por si acaso". Frente a esta opinión se encuentran los escépticos, que piden respuestas con base científica a tales beneficios. En este sentido, el especialista en medicina deportiva Nicolás Terrados señala que ante la falta de información que confirme tal rentabilidad no tiene una opinión sobre dicha pulsera. No obstante, dice que "ojalá tenga esos efectos de los que tanto se habla". De la misma opinión es su colega, el también especialista en medicina deportiva Miguel del Valle, que incide en la necesidad de conocer algún estudio con rigor sobre la pulsera. A su juicio, "se trata de un gran negocio basado en una moda", y cree que sus cacareadas ventajas "no tienen ni pies ni cabeza, aunque me llevaría una sorpresa si de verdad hiciera efecto", confiesa, a la vez que califica este producto de "amuleto que psicológicamente puede influir sobre la persona que lo porta".
La organización Consumidores en Acción ha denunciado a la empresa ante la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad y Política Social, y la Dirección General de Salud y Participación del Govern, donde Ion Balance tiene su sede social. Dicha organización considera que incurre en publicidad engañosa.
Fue el mundo del deporte el que abrió las puertas a la Power Balance. Primeras figuras del automovilismo (Barrichelo), el baloncesto (Shaquille O´Neal) o el fútbol (Guti) han prestado su imagen para presentarla en sociedad. Y mediante una fuerte campaña de marketing ha llegado a los consumidores. Numerosas personas han caído en las redes de este artículo, cuyo precio ronda los 30 euros.
Una de las personas que hace uso de ella, aunque apunta que no a diario, es el atleta Ángel Azpeitia. "No entreno con ella, la tengo en la mesita de noche y noto que duermo mejor. No sé si se debe a ella o a que ya no tengo en la habitación ningún aparato electrónico", dice. Aun así, este deportista no ve descabellado hablar de resultados positivos: "Posee un holograma que se supone neutraliza las energías negativas potenciando las positivas; entonces, ¿por qué descartar un posible efecto placebo?" La veterinaria Concha Gómez Tejedor también ha recuperado el sueño reparador desde que utiliza la pulsera. "Llevaba años durmiendo mal y desde que la uso duermo de maravilla. No sé a qué se debe este cambio pero, por si acaso, no me la quito", comenta. Por su parte, su amiga Ana García porta igualmente la Power Balance. Dice que le ha ayudado a mejorar la estabilidad, sobre todo, durante la práctica de algunos ejercicios de Pilates. "Siempre tuve muy poco equilibrio, pero desde que llevo la pulsera he mejorado de forma notable", apunta.