Hace tiempo que no escribo, la verdad es que tampoco he tenido mucho tiempo para hacerlo (típica disculpa), pero me gustaría escribir algo sobre Grecia, más concretamente sobre Atenas.
La semana pasada estuve en Dublín, pero hace dos semanas estuve en Atenas, como siempre en viaje de negocios, sin embargo esta vez decidí cojerme un día más para ver la Akropolis.
Siempre había tenido ganas de visitar Atenas, los que me conocéis sabéis que siempre me han fascinado las culturas clásicas (especialmente la romana y la griega), todavía no he estado en Roma, supongo que antes de que acabe el año me pasaré por allá....
Bueno, el caso es que después de un día fabuloso con mis distribuidores en el país procedí a acercarme a una de las maravillas de la civilización occidental la Akrópolis. Estuve más de dos horas dando vueltas por aquella montaña rodeada por una muralla impresionante y lo único en lo que podía pensar cuando observava aquellos templos, teatros que tenían más de dos mil años y que habían resistido el paso de innumerables guerras y catástrofes era en lo pequeño que soy.
Me encontraba en un lugar que aproximadamente entre los años 500 a.C. y 323 a.C. fue el mayor centro cultural e intelectual del mundo, y estuvo en el origen de muchas de las ideas, logros y prácticas de la "civilización occidental", entre ellos el concepto de democracia. La derrota frente a Esparta, el auge de Macedonia en la posterior época helenística y finalmente la conquista romana fueron restando poder y prestigio a Atenas. El fin de la era clásica se sitúa, con el cierre de las escuelas de filosofía. El lugar del gobierno de los sabios se mantiene allí, como si se resistiera a dejar que la imbecilidad que opera actualmente en nuestra civilización acabe con todo lo que ella representa.
Para mí aquella colina representa el ideal de algo que fué y que hoy a dejado de ser, cuando estaba allá arriba pensaba en cuántas cosas importantes me he perdido....
Emocionante como pocas cosas.
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