3.3.09

Beijing y Lazkao



Avenida de Changan de Pekín. Cinco de junio, 1989. Los tanques han aplastado la revuelta estudiantil en las últimas 48 horas y los hospitales están desbordados ante el número de heridos. Algunos han perdido las piernas, aplastadas bajo los tanques. La rebelión ha muerto para todo un pueblo, menos para él.
Lleva un pantalón negro, camisa blanca y dos bolsas de plástico, como si viniera de la compra. Una fila de tanques T-59 trata de avanzar por la principal avenida de la ciudad, pero él se antepone y logra frenar su avance.

El primer tanque trata de esquivarlo y él se desplaza hacia un lado para ponerse de nuevo delante. Se sube al tanque y habla con el soldado que quiere avanzar, quizá tiene prisa por seguir disparando contra jóvenes desarmados. Aseguran que le dijo: "Vete, da la vuelta y deja de matar a mi gente".

Nadie lo sabe. Han pasado 20 años y sigue siendo simplemente el 'hombre tanque'. 'El rebelde desconocido'. 'El héroe de Tiananmen'. Si está vivo, quizá alguien le haya contado que fue nombrado por la revista Time uno de los '100 personajes más influyentes del siglo XX' y que su acción ha inspirado revueltas desde Indonesia a Ucrania. Pero no ha aparecido para reclamar su premio o recibir los aplausos. Unos los sitúan viviendo en el anonimato en alguna parte de la China rural, otros en el exilio de Taiwán y la mayoría bajo tierra, su osadía concluida de un disparo en la nuca.

Tanques contra personas: parece desigual y lo es. Fuerza contra ideas. Parece injusto pensar que se pueda imponer la primera, pero ocurrió. Cientos de miles de estudiantes y ciudadanos de a pie dijeron basta al régimen comunista chino, tomando ese millón de metros cuadrados de historia que es la plaza de Tiananmen. Atrincherados, un grupo de líderes despóticos se vio en la encrucijada de perder el poder o disparar a su propia gente. Eligieron la segunda opción. El delito de las víctimas: haber osado enarbolar la bandera de la libertad.

Lazkao, Emilio Gutiérrez, maza en mano embiste contra un local abertzale. Un hombre solo contra todo un sistema de represión terrorista que silencia las frustraciones de los que lo perdieron todo en pos de una causa que hasta ese día les era ajena.

Un hombre impotente después de ver como pierde su casa debido a un atentado terrorista pretende demostrar su indignación y rabia. Evidentemente éste hombre ha tenido que dejar su pueblo y su casa después de este acto, debido a la gran cantidad de carteles amenazantes que los "libertarios vascos" han colgado por toda la localidad ante la permisividad de las autoridades que permiten estos hechos.

En Alicante viven veinte mil vascos exiliados, amenazados o que simplemente no quisieron pagar el impuesto revolucionario.

Internet se ha volcado en apoyo de Gutiérrez: más de 6.440 fans en las páginas de Facebook, más de 10.400 miembros de distintos grupos de apoyo, y 80 personas que han donado desde 1 euro hasta 500 euros a través del blog "JusticieroLazkao", que propone recaudar fondos "para que pague los destrozos y arregle su casa".

Esperemos que las cosas cambien en el País Vasco igual que han cambiado en China desde la irrupción del hombre del maletín contra los tanques.

3 comentarios:

Daniel Rivas Pacheco dijo...

Un blog que, según declaró la familia, no es oficial. Habrá que ver si alguien se está beneficiando de este hecho.

No creo que sea comparable una acción con la otra. El terrorismo en Euskadi, aunque no lo parezca, es más complejo que una revolución estudiantil y un estado opresor, o quizás no.

Un saludo Ender

ender dijo...

Eso sí que tendría gracia que alguien se aprovechara de la desgracia ajena (no sería la primera vez)
Te doy la razón en que no es comparable la actitud de un estado represor con la de un grupo de fanáticos, pero lo que más me interesaba resaltar era la actitud de resisténcia ante una injusticia de dos personas en dos partes completamente distintas del mundo....

Un saludo Daniel y gracias por tus comentarios que siempre tengo en cuenta

Browner...Seguro? dijo...

Me da a mi que tu eres un rojo... jejeje