26.1.09

Conflictos y borregos III (Nigeria)

Musulmanes contra cristianos.


En las últimas cuatro décadas la intransigencia religiosa se ha cobrado cientos de muertos en Nigeria. La fe ha sido un motivo de odio. Escándalos como el vivido durante el certamen de Miss Universo 2003, cuando la declaración de una periodista -«Mahoma seguramente hubiera elegido como esposa a una de las candidatas»-, provocó enfrentamientos que dejaron más de 100 muertos, o las condenas a Safiya y Amina Lawal a morir lapidadas por adúlteras, finalmente revocadas, dan ejemplo de la dureza de la Ley Islámica en un país en el que gran parte de la población es cristiana. El conflicto está servido.

Nigeria es el país más poblado y étnicamente más diverso de África. Conviven en él más de 200 etnias, lo que históricamente ha provocado conflictos políticos, territoriales, culturales y económicos... Allí todo se resuelve por la vía de las armas. Los enfrentamientos más numerosos se circunscriben al ámbito religioso. Y es que la fe divide a Nigeria en dos: por un lado, los musulmanes, religión mayoritaria y predominante en el norte, y por otro, los cristianos, que se agrupan en los estados del sur.


En los últimos 20 años, las disputas entre ambos han dejado más de 12.000 muertos. El motivo principal son las presiones de los musulmanes para que el Gobierno instaure la Ley Islámica o sharia en sus zonas de influencia. El primer estado en conseguirlo fue Zamfara, en 1999. Le siguieron Kano, Sokoyo y Kaduna, desatando una serie de sangrientos combates con los cristianos de estas regiones que causaron más de 10.000 muertes, éxodos masivos hacia el sur y la proclamación del estado de emergencia.


En 2001 las luchas volvieron a agudizarse con un saldo de 1.000 muertos. A la falta de tolerancia religiosa se le suman como causa de conflicto las importantes reservas de petróleo del país -hasta abril de 2008 era el primer productor de petroleo de África, fecha en la que fue superado por Angola- y el consiguiente deseo de controlarlas. El 90% de sus exportaciones se deben al 'oro negro'. En la década de los 70 el Gobierno aprobó un decreto que le otorgaba el derecho exclusivo sobre la riqueza del suelo y las zonas costeras y firmó lucrativos contratos con multinacionales como Shell, Texaco o Chevron que, a la vez que expoliaban el país, ejercían un gran control sobre sus territorios.


En esa década las ventas petrolíferas permitieron que los indicadores económicos subieran, aunque no ocurrió lo mismo en el ámbito social, lo que provocó la indignación de muchas tribus, como los ijaw y los ilaje, que no dudaron en atentar contra los pozos sufriendo la posterior represión del Ejército. El último grupo rebelde en sumarse a la lucha ha sido la Fuerza Voluntaria del Pueblo del Delta, que declaró una "guerra total" al Gobierno a partir del 1 de octubre de 2004 recomendando a las productoras petroleras extranjeras que suspendiesen su producción y asegurando que sus trabajadores serían blancos de la violencia. Cuatro años después, en 2008, seguían atacando las instalaciones internacionales.Un estado artificial El clima de conflicto viene de lejos.


Nigeria nació en 1914 con la decisión de Gran Bretaña de unir tres de sus posesiones africanas creando un estado artificial en el que la población se estructuró por etnias, creando un caldo de cultivo para futuros enfrentamientos. En 1960 el país obtuvo la independencia y tres años más tarde, se convirtió en república. Los enfentamientos entre ijows y hausas dieron paso, en 1966, al primer Gobierno militar. Un año después, se produjo la Guerra de Biafra, con la que los ibos, que habitaban al sureste del país, trataban de lograr la independencia. Después de tres años de conflicto armado, en los que murieron más de dos millones de personas, Nigeria consiguió mantener el territorio y, para dar salida a las reivindicaciones tribales, se fueron creando nuevos estados federados. Así se pasó de los tres que tenía en el momento de su nacimiento a los 36 actuales, pero no se logró poner fin a las reivindicaciones tribales, que piden que se otorguen derechos a los grupos étnicos y no a los territorios. Desde la guerra de Biafra hasta 1999 el país estuvo dirigido por militares del Norte que incumplieron sus promesas de democratizarlo; por lo que recibieron sanciones de la UE, EEUU y la Commonwealth en los ámbitos diplomáticos y de venta de armas. En las primeras elecciones legislativas y presidenciales libres (1999), venció Olusegun Obasanjo, que revalidó su cargo en mayo de 2003. A pesar de la llegada de la democracia, los conflictos en Nigeria no se solucionaron.

En el primer semestre de 2004 se produjo un recrudecimiento de la violencia, especialmente en el centro y norte del país, que sólo durante el mes de mayo se cobró centenares de muertos.

Como ejemplo de la crudeza de los enfrentamientos queda el 2 de mayo de 2004, cuando los ataques de cristianos a musulmanes de la región de Yelva dejaron cerca de 600 muertos, según Cruz Roja Internacional. La respuesta de los seguidores de Alá no se hizo esperar y en los días siguientes asesinaron a cientos de personas en el estado norteño de Kano y povocaron cerca de 30.000 exiliados. Además, desde 2006, el conflicto del petróleo se ha recrudecido. El Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEND) ha lanzado varios atentados contra instalaciones petroliferas, que han hecho que la producción se reduzca en un cuarto.

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