El Doctor en Medicina Duncan MacDougall, de Haverhill, Massachussets, en el año, 1907realizó un experimento en el que determinó el peso del alma humana. Pesaba a las personas agonizantes antes y después de morir, determinando que el alma humana pesaba 21 gramos. Se puede discutir la conveniéncia y la objetividad de este experimento, ya que Mac Dougall era un profundo creyente, y pretendía demostrar que aunque el cuerpo humano desaparecía, esos 21 gramos recogían la esencia del ser humano y, una vez muertos, nuestra alma partía hacia otros lugares más placenteros.
Ésta teoría, me lleva a preguntarme si todas las personas poseeremos 21 gramos de esencia o, si por el contrario, algunos tendremos un alma más pesada que otros. A mí me gustaría creer que ésto es así, que hay personas que poseemos un alma más pesada que los demás, personas que poseemos un peso emotivo en nuestras vidas que a vece nos impide levantarnos cuando la vida nos da un revés, personas que tenemos unos valores y unas inquietudes que otras no poseen y que en numerosas ocasiones es éste peso el que nos asfixia y nos provoca una sensación de parálisis ante el devenir de la vida y los hechos que suceden en determinados momentos.
Hay personas a las que su alma no les pesa, que pueden llevar una vida perfectamente normal sin remordimientos de ningún tipo, sin inquietudes, sin valores ni el más mínimo respeto por los demás, que asesinan a una niña de diecisiete años, la tiran a un río cual saco de patatas y se van a su casa a dormir tranquilamente. Que no cometen errores, no sienten empatía por los demás, que la sociedad les importa una mierda y que viven completamente satisfechos de haberse conocido.
Probablemente si nuestro doctor hubiera hecho éste experimento con este tipo de personas, se hubiera dado cuenta de que entre todas ellas no llegaban a pesar 21 gramos, puede que ni diez, espero que no más de cero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Interesante reflexión; en caso de existir el alma, mi opinión es que pesaría en todos los casos lo mismo, porque factores como las emociones, la conciencia y los remordimientos son intangibles y por tanto no pesan.
Un saludo
Efectivamente, no sé cómo éste hombre consiguió realizar el experimento
Digo yo que los pesaría antes y después de palmarla y listo.
Aunque supongo que esos 21 gramos serán el peso del oxígeno que ya no circula por el cuerpo o algo por el estilo.
El alma no existe, todo es cerebro y educación.
Publicar un comentario