"Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros"
Este pequeño fragmento de Demian de Herman Hesse me lleva a plantearme en un momento de mi vida en el que debo tomar una decisión que se me antoja importante qué es lo que busco. Creo que ningún hombre ha llegado a ser él mismo, y creo que no todos aspiran a llegar a serlo, yo, modestamente, poseo esta última intención, aspirar a ser el hombre que quiero ser.
Creo que a un hombre lo conforman entre otras características sus necesidades tanto naturales como adquiridas, ahora bien, lo importante en este punto es saber distinguir entre ambas.
Las necesidades naturales que debemos cubrir como aquellas referentes a las fisiológicas (en este punto podríamos hablar de la pirámide de Maslow) y referentes a un estadio humano primitivo (sexuales entre otras) las tenemos cubiertas aunque sea parcialmente cuando accedemos a las sociedades de consumo actuales en las que con la seguridad y el confort actuales es muy difícil encontrar personas que no las tengan cubiertas.
Sin embargo gracias a la educación y a la idiosincrasia propia de cada uno, nos encontramos con que poseemos una serie de necesidades adquiridas que complementan a las anteriores y que en ocasiones pueden ser mucho más importantes que éstas. Podríamos argumentar la importancia de las necesidades adquiridas cuando descubrimos que el nivel de personas con problemas psicológicos ha crecido exponencialmente en los últimos cuarenta años (ansiedad, depresión...), estas necesidades que yo denominaría secundarias solo ceden su papel preponderante cuando echamos en falta a las primarias. Podemos preguntar a un niño Palestino acerca de la realización personal, y, probablemente nos contestará que primero le gustaría comer para poder ser capaz de contestar una pregunta tan complicada en su situación actual.
¿La felicidad plena se alcanza consiguiendo la satisfacción de las necesidades propias? o por el contrario lo que conseguimos así es crear nuevas necesidades y entrar en un despropósito que no tiene fin. Creo que como dijo Cantú, el hombre más libre es aquel que menos necesita, sin embargo también creo que perdemos la libertad desde que nacemos y que tan solo las personas que consiguen ganarla de nuevo pueden llegar a sentirse realizadas y completas. Una persona esclava de sus necesidades nunca será libre.
Por ello creo fervientemente que todos somos esclavos de nuestras necesidades y la única manera de ser totalmente libre es consiguiendo superarlas y satisfacerlas dentro de nuestras posibilidades.
"El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud."Fenelón
Este pequeño fragmento de Demian de Herman Hesse me lleva a plantearme en un momento de mi vida en el que debo tomar una decisión que se me antoja importante qué es lo que busco. Creo que ningún hombre ha llegado a ser él mismo, y creo que no todos aspiran a llegar a serlo, yo, modestamente, poseo esta última intención, aspirar a ser el hombre que quiero ser.
Creo que a un hombre lo conforman entre otras características sus necesidades tanto naturales como adquiridas, ahora bien, lo importante en este punto es saber distinguir entre ambas.
Las necesidades naturales que debemos cubrir como aquellas referentes a las fisiológicas (en este punto podríamos hablar de la pirámide de Maslow) y referentes a un estadio humano primitivo (sexuales entre otras) las tenemos cubiertas aunque sea parcialmente cuando accedemos a las sociedades de consumo actuales en las que con la seguridad y el confort actuales es muy difícil encontrar personas que no las tengan cubiertas.
Sin embargo gracias a la educación y a la idiosincrasia propia de cada uno, nos encontramos con que poseemos una serie de necesidades adquiridas que complementan a las anteriores y que en ocasiones pueden ser mucho más importantes que éstas. Podríamos argumentar la importancia de las necesidades adquiridas cuando descubrimos que el nivel de personas con problemas psicológicos ha crecido exponencialmente en los últimos cuarenta años (ansiedad, depresión...), estas necesidades que yo denominaría secundarias solo ceden su papel preponderante cuando echamos en falta a las primarias. Podemos preguntar a un niño Palestino acerca de la realización personal, y, probablemente nos contestará que primero le gustaría comer para poder ser capaz de contestar una pregunta tan complicada en su situación actual.
¿La felicidad plena se alcanza consiguiendo la satisfacción de las necesidades propias? o por el contrario lo que conseguimos así es crear nuevas necesidades y entrar en un despropósito que no tiene fin. Creo que como dijo Cantú, el hombre más libre es aquel que menos necesita, sin embargo también creo que perdemos la libertad desde que nacemos y que tan solo las personas que consiguen ganarla de nuevo pueden llegar a sentirse realizadas y completas. Una persona esclava de sus necesidades nunca será libre.
Por ello creo fervientemente que todos somos esclavos de nuestras necesidades y la única manera de ser totalmente libre es consiguiendo superarlas y satisfacerlas dentro de nuestras posibilidades.
"El más libre de todos los hombres es aquel que puede ser libre dentro de la esclavitud."Fenelón
No hay comentarios:
Publicar un comentario